Voces ancestrales y resistencias artísticas contemporáneas Latinoamericanas en la obra de Gustavo Larsen
Resumen
Gustavo Larsen, realiza bajo el formato de Quipu incaico, instalaciones, exposiciones o acciones en diferentes espacios y contextos situados tanto públicos como privados, abiertos o cerrados por el valor simbólico y metafórico que para él contienen. Fusionando códigos de diferentes disciplinas artísticas tradicionales en un lenguaje contemporáneo integrador, emplea referencias ancestrales y presentes relacionadas con genocidios indígenas Latinomaericanos, generando obras que integra al Proyecto JUNTARSE 30.000 iniciado en el año 2010.
Introducción
“Juntarse: ésta es la palabra del mundo” — José Martí, Cuba
Escribía Leoncio S.M Deodad, uno de los tantos militares encargados de llevar adelante la captura y exterminio de caciques y tribus de la comunidad Tehuelche: “No habra cajón de caoba, ni honores de oficial; si la disección”, de sus cuerpos. Mondelo (2012:76). En el Museo de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata, se conservan aún esqueletos y restos humanos que lentamente son restituidos a las comunidades aborígenes de origen.
El primer director y quien lo fundara, Perito Francisco Josué Pascasio Moreno, decidió conservar los del Cacique Modesto Inakayal y de varios miembros de su familia para ser expuestos en las vitrinas del Museo de La Plata (MPL) como testimonio de curiosidad antropológica y eslabón perdido de la humanidad de los habitantes Patagónicos. Habían sido tomados prisioneros en la denominada “Campaña al Desierto”. Ellos, como tantos, fueron trasladados a dicho Museo previo paso por la isla Martín García, un modo de tramitar y probar las teorías positivistas del criminólogo italiano Césare Lombroso que justificaba fotografiar, medir sus cabezas y asesinarlos para evitar su salvajismo como lo manifestara en su libro El hombre delincuente escrito en 1876. Por aquel entonces, los naturalistas de dicho museo, del Etnográfico de Buenos Aires y de la Sociedad Científica y otros círculos culturales de la Argentina, Chile y Europa coincidían con examinarlos y presentarlos en circos y zoológicos organizados para ser vistos por el público en Hamburgo y Dresden. (Mondelo, 2012:33). Algo similar, y discriminados por portación de cara, los sectores vulnerables en la Argentina de hoy (Dillon, 2012:19) son rápidamente abatidos por gatillo fácil.
Cuando en el año 2015 el artista Gustavo Larsen comenzó a definir la idea de realizar un homenaje al cacique Tehuelche Inacayal, en el ámbito donde se había producido su fallecimiento, no imaginó que se encontraría con una historia tan contradictoria y desconcertante.
Generaciones de investigadores habían certificado que había fallecido en dicho lugar el día 24 de septiembre de 1888. Sus despojos, como los de otros indios, habían pasado durante décadas a formar parte de la colección patrimonial atesorada por el Perito Moreno y recién en 1994 en el marco de la Ley Nacional Nº 23.940 comenzaron a ser restituidos a sus comunidades.
Clemente Onelli, científico colaborador del Perito Moreno, había escrito una atractiva historia donde dejaba entrever que el día anterior al deceso, el cacique Inacayal había realizado un acto de alabanza a la naturaleza en las escalinatas del museo (Figura 1), ese fue el disparador empleado por Larsen para realizar la intervención sobre las mismas. Sin embargo, hace pocos años, investigadores encontraron notas aparecidas en el diario platense La Capital (7-10-1887 y 9-11-1887, Microfilmación biblioteca UNLP) donde se denunciaba la muerte de tres indígenas, entre los que se encontraba Inacayal, quien, según dicha fuente, falleció el día 26 de septiembre de 1887, un año antes de lo conocido hasta ese momento, así quedó testimoniado por un grupo de investigadores de dicha institución, en el artículo Las muertes invisibilizadas del Museo de La Plata, aparecido en la revista Corpus (Oldani, Añon Suarez, & Pepe, 2011).
No hay duda de que los cuerpos de estas personas, luego de ser fotografiados y medidos, eran llevados por Moreno y otros expedicionarios a dicha institución destinados para ser exhibidos en vitrinas y mostrar especímenes de raza en extinción, completando la historia racional de la República Argentina y por qué no ecuménica. Mondelo (2012) relata en su libro que era muy difícil fotografiar a los antiguos pobladores de la Patagonia y Tierra del fuego, ellos consideraban que la cámara les robaba el alma. Hoy en plena brecha y era digital, se los sigue desterrando, marginando y silenciando. La trashumancia de estos pueblos ya no es nómade, no llevan su sistema de cuentas a mano en un Quipu, pero continúan reclamando por sus tierras y el respeto a sus rituales funerarios entre otras prácticas que siguen vulneradas.
Recuperar los nombres, las biografías, el proceso histórico que los sacó de sus territorios y los obligó a vivir en una institución en la que estarían condenados al encierro, nos permite desandar las prácticas colonialistas y volver en el tiempo para mirar los rastros de avasallamiento al pueblo tehuelche de Inacayal, que con la irracionalidad de los engreídos fue denominado “no civilizado”, “inferior”, y “raro”. Acordamos con Eduardo Galeano (2004) cuando en su libro Las venas abiertas de América Latina explica cómo el indio, el primer soberano de este continente, jamás pudo quitarse el yugo que el conquistador impuso a su pueblo, y cómo nosotros con nuestras políticas sociales hemos ayudado a apretar.
Juntarse 30.000
Durante el año 2012, Larsen comienza a realizar una serie collages con sectores recortados de pinturas previas, rearmando trazos y gestos que había destruido, seccionando en perfectos cuadrados telas de tamaño considerable. Cada uno de esos cuadrados los convierte en piezas de rompecabezas, vislumbrando rastros de historias confundidas estableciendo analogías y metáforas que emplea en sus obras. Revaloriza y combina bandas de figuras humanas sintéticamente representadas en acción de danzar conjuntamente. La tragedia de aquello que no fue. Representa las danzas circulares de nuestros pueblos originarios y ancestrales que evocan estar acompañados entre cantos de rebeldías y canciones de cuna junto sus Cultrunes de madera de lenga, canelo o laurel y cuero tensado. Reconstruye con el deseo de acercar y dialogar en una nueva realidad, surgida al combinar lúdicamente pasado con futuro segmentos de memoria.
Selecciona e investiga recursos matéricos diversos y visuales inéditos para presentarlos en instalaciones e intervenciones. Se vincula con profesionales que pertenecen a otros campos del conocimiento, la música, la historiografía, la antropología, etnografía y arqueología, entre tantas disciplinas, ampliando así el horizonte y acuerdos necesarios entre arte y ciencia para realizar trabajos inter y transdisciplinarios mancomunados de investigación y producción artística. Algunas formas circulares abiertas, las suspende en el aire con encadenamientos de sucesivas concreciones efímeras. Otras son obras múltiples y errantes reelaboradas minuciosamente en cada exposición.
Quipus
El quipu tiene un anclaje indiscutible en la cultura americana. Fue una construcción usada por los incas para registrar fundamentalmente cantidades de productos, pero gracias a antiguas crónicas sabemos que eran usados también mientras relataban historias, recorriendo con las manos los nudos que seguramente contendrían información relacionada con lo que decían. Hoy en algunas poblaciones de Perú aún existen quipus que los pobladores han heredado de sus ancestros, a pesar de haberse perdido su significación, pero que son conservados como objetos rituales y utilizados en ceremonias sociales importantes.
Larsen revaloriza el formato del quipu con una intencionalidad artística, construye desde un hilo o soga principal formas de agrupamiento de acuerdo al valor simbólico y metafórico que quiera significar. De allí cuelgan otros, que pueden tener diferentes largos, texturas, donde se realizan nudos que de acuerdo a su posición y característica poseen precisas significaciones. Podrían leerse como aquellas voces silenciosas que nos llegan del pasado. Se observan además inclusiones de maderas livianas con textos transferidos, tacos y estampas xilográficas convertidas en cajitas con diferentes impresos y pesos, algunas poseen sonidos y están rodeadas de otros textiles y tramas.
Las principales características de sus obras poéticas en cuanto a tamaño y formato oscilan entre los 0.30 a los 200 cm de alto y ancho, con un peso aproximado de siete kg como máximo para facilitar su traslado e itinerancia.
En el quipu Colección Macabra, 2012 podemos observar hilos de algodón trenzado y anudado. Dibujos y pinturas de cráneos y huesos sobre MDF (fibra de madera maciza) de diferentes grosores y pesos. Dichas imágenes poseen el Nº de registro, nombre y fecha de muerte de algunas de las víctimas del genocidio indígena según consta en el Catálogo de la Sección Antropológica del Museo de La Plata dependiente de la Universidad Nacional de La Plata, realizado por Lehman Nitsche, expedicionario patagónico y Jefe de la Sección por aquellos años.
En la fotografía de uno de sus últimos quipus Mensajes ocultos de una América que no fue, realizado el presente año, se pueden observar hilos, telas, sogas, papel trenzado y anudado. Papeles hechos por el artista, teñidos y retorcidos, cruces cosidas a mano con hilo de algodón blanco, otros de color rosado que nos remiten a la tela manchada con sangre y lavada, nudos recubiertos con yeso –que el autor llama mensajes encapsulados– y cajas arrugadas realizadas con xilografías. Las estampas que utiliza forman parte de lo que él ha denominado edición estallada, conjunto de copias de grabados que pasan a formar parte de otras obras, concepto que establece en el ámbito del grabado luego de leer textos de Pilar Pérez (2016), quien teoriza como historiadora sobre los archivos que llama estallados.
Conclusiones
A comienzos de la década del 80 Larsen inicia su producción artística con la serie: La América que no fue. El planteo que surge de las preguntas ¿qué hubiese pasado si América no hubiese sido “conquistada”? ¿De qué manera se hubiesen relacionado las diferentes culturas? Ambas lo llevan a realizar imágenes ficcionales de una América diferente, hipotética, sin sufrimientos, matanzas, silencios. Surgieron presuntas páginas de códices y civilizaciones inventadas con grafismos que remiten a lenguajes metafóricos, poéticos con representaciones de mundos, geografías, dioses y mitos posibles. Produjo xilografías, gofrados, pinturas sobre papel y sobre relieves de MDF. Fue una época en donde se inicia la necesidad de fabricar su propio papel y no incluir nada industrial. Hoy continúa en esa búsqueda de un modo mucho más intenso. El contexto político, social, económico en Argentina ha sufrido y aún sufre todo tipo de vaivenes.
Las prácticas artísticas suyas pivotean como educador, artista e investigador en diferentes contextos educativos situados siempre entrelazadas manteniéndolo en una búsqueda insondable, buscando nuevos soportes, repensando y reevaluando en forma constante las recurrencias artísticas ancestrales que perduran en la contemporaneidad y con otras materialidades en la actualidad. Esta idea de la América que no fue, sigue apareciendo en sus trabajos como voces ancestrales y resistencias artísticas Latinoamericanas.